En este cuadro vuelvo a representar las dunas de Corralejo. Una de las características de las dunas es su capacidad de desplazarse de sitio con el aire y eso es precisamente lo que he querido plasmar aquí.
La idea para este cuadro se me ocurrió hace mucho tiempo, cuando vi a un pescador que acababa de llegar al Puertito de la isla de Lobos y que estaba limpiando el pescado que traía. A su alrededor revoloteaban decenas de gaviotas buscando comida fácil.
El Hayedo de Montejo es un magnífico bosque de hayas en la provincia de Madrid. En él se encuentran árboles tricentenarios como el que muestra el cuadro y está considerado como un bosque relicto.
Una de las vistas más características del norte de Fuerteventura la constituye la silueta de Montaña Roja. Yendo hacia Corralejo y pasada la urbanización de Parque Holandés, la carretera se convierte en una larga recta que parece conducir al interior de la montaña. El entorno, de negras lavas, se mezcla con la arena dorada de las dunas y junto al mar, que en esta zona adquiere varios tonos de azul distinto, es todo un espectáculo.